
Dio è davvero onnisciente?
Dio è davvero onnisciente?
Il libro della Genesi ci riporta il resoconto della caduta dell’uomo dalla grazia di Dio a causa del peccato. È menzionato che una sera, Adamo ed Eva “udirono il Signore Dio che passeggiava nel giardino e … si nascosero dal Signore Dio, in mezzo agli alberi del giardino. Ma il Signore Dio chiamò l’uomo e gli disse: ‘Dove sei?’. Rispose: ‘Ho udito il tuo passo nel giardino: ho avuto paura, perché sono nudo, e mi sono nascosto’” (Gen. 3:8–10 Conferenza Episcopale Italiana).
Se Dio è davvero onnisciente, in tal caso nessuno può nascondersi da Lui. Allora perché Dio ha chiesto dove si trovasse l’uomo con la domanda “Dove sei?” Questo non sta forse a significare che Dio non sapesse che l’uomo da Lui creato si stava nascondendo tra gli alberi?
Essendo onnisciente, Iddio Onnipotente sa ogni cosa (1 Gi. 3:20 Nuova Riveduta). Nessuno può nascondersi da Lui:
“‘Potrebbe uno nascondersi in luogo occulto in modo che Io non lo veda?’, dice il SIGNORE.” (Ger. 23:24 nr)
Prima ancora di pronunciare una parola, Dio sa già cosa diremo (Sal. 139:1–4 Nuova Diodati).
Pertanto, il fatto che Dio abbia chiesto ad Adamo dove si trovasse non significa che Lui non conoscesse la sua posizione. In realtà, sapeva già cosa avrebbero fatto i due coniugi ancor prima che commettessero il peccato. Voleva solo che ammettessero la loro trasgressione alle Sua severa istruzione di non mangiare il frutto dell’albero che avrebbe dato loro la conoscenza del bene e del male (Sal. 32:5 nr).
Allo stesso modo, quando Dio chiese a Caino: “Dov’è tuo fratello Abele?” (Gen. 4:9 nd) dopo che Caino aveva ucciso e seppellito suo fratello, sapeva già che cosa aveva fatto:
“Il SIGNORE disse: ‘Che hai fatto? La voce del sangue di tuo fratello grida a me dalla terra’.” (Gen. 4:10 nr)
Pertanto, non si deve presumere che in tutti i discorsi come questo, la fonte o Colui che parla non sappia. Il fatto che Dio abbia posto ad Adamo e Caino determinate domande, come citato, non smentisce la Sua onniscienza. La Bibbia descrive persino la vastità della conoscenza o della comprensione di Dio:
“Grande è il nostro Signore, e immenso è il suo potere; la sua intelligenza è infinita.” (Sal. 147:5 nr)
Grazie a questo, Iddio Onnipotente è riuscito a dichiarare fin dai tempi antichi le cose che sarebbero accadute in futuro: “Ricordate le cose passate di molto tempo fa, perché Io sono Dio e non c’è alcun altro; sono DIO e nessuno è simile a Me, che annuncio la fine fin dal principio, e molto tempo prima le cose non ancora avvenute, che dico: ‘Il Mio piano sussisterà e farò tutto ciò che Mi piace’” (Isa. 46:9–10 nd).
Los apóstoles llamaron a la verdadera Iglesia, la Iglesia De Cristo:
“Por tanto, tengan cuidado de ustedes mismos, y de todo el rebaño sobre el cual los ha puesto el espíritu santo como supervisores para apacentar la iglesia de Cristo, la cual Él compró con su sangre.” (Hechos 20:28 Traducción Lamsa)
Contrario a lo que muchos piensan, el nombre, tal y como es aplicado a la Iglesia que pertenece a Cristo, es muy importante, debido a que no se nos dio o no se nos dará otro nombre en el cual podamos ser salvos (Hechos 4:8–12 La Biblia de Las Américas).
Ya que solamente en el nombre de Cristo uno puede ser salvo, el nombre de Cristo no debe ser quitado de la Iglesia que Él edificó (Mat. 16:18 LBLA). El nombre de la Iglesia debe seguir el nombre de Cristo Quien la edificó y de la cual es dueño. Es más, como la Iglesia es el cuerpo de Cristo (Col. 1:18 LBLA), el nombre de la Iglesia debe seguir el nombre de su cabeza.
Otros afirman que pueden leer en otras traducciones de la Biblia “Iglesia de Dios” tal como en las versiones La Biblia de Las Américas / Dios Habla Hoy—que es la rendición más precisa de Hechos 20:28. Tal afirmación es errónea porque en la última parte del versículo declara “la cual Él compró con su propia sangre.” La rendición “iglesia de Dios” significa que fue Dios quien murió y derramó Su sangre en la cruz. Esto contradice otros versículos de la Biblia que enseñan que Dios es inmortal (1 Tim. 1:17 LBLA), es Espíritu (Juan 4:24 LBLA); no tiene carne ni huesos (Lucas 24:36-39 LBLA), y por eso no tiene sangre. Es la sangre del Señor Jesucristo la que limpió a los miembros de la Iglesia de sus pecados (1 Ped. 1:18–19 LBLA; Apoc. 1:5 LBLA).
La profecía prueba que la religión o iglesia que tiene la luz es la verdadera. Cualquier religión que no tiene luz, con certeza, está en la oscuridad:
“¡A la ley y al testimonio! Si no hablan conforme a esta palabra, es porque no hay para ellos amanecer.” (Isa. 8:20 LBLA)
El testimonio al que se refiere es la profecía bíblica:
“… Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.” (Apoc. 19:10 LBLA)
¿Acaso hay profecías sobre el surgimiento de la Iglesia De Cristo en Filipinas? En Juan 10:16 (Palabra De Dios Para Todos), el Señor Jesucristo profetizó que Él tiene otras ovejas. Cristo las llamó Sus otras ovejas porque en ese momento aún no pertenecían al redil o rebaño. Estas otras ovejas de Cristo vendrían del futuro:
“También tengo otras ovejas. Ellas no están en este rebaño. También debo guiarlas. Ellas oirán mi voz. En el futuro habrá un rebaño y un pastor.” (Traducción Easy-to-Read Version)
Cristo también las traerá y serán un rebaño o Iglesia De Cristo (Hechos 20:28 Lamsa).
En una profecía relacionada, se declara que las otras ovejas de Cristo emergerían del Lejano Oriente:
“Desde el lejano oriente traeré tu descendencia, y desde el lejano occidente te reuniré.” (Isa. 43:5 Traducción Moffatt)
El lugar donde surgirían las otras ovejas de Cristo en el Lejano Oriente es una nación compuesta por islas en el mar:
“Alégrense en el oriente. ¡Gloria al SEÑOR! En las islas del mar, den gloria al SEÑOR, el Dios de Israel». Desde los confines de la tierra oímos cantar: «Gloria al Justo Dios». Pero, les cuento un secreto: «No hay más que traición en el mundo; nadie obra de buena fe. Se le hace mucho daño a la gente».” (Isa. 24:15–16 Palabra de Dios para Todos)
Como cumplimiento, el lugar de donde emergerían las otras ovejas de Cristo es Filipinas, un país en el Lejano Oriente compuesto por miles de islas:
“Filipinas fue parte del primer movimiento de la colonización en el Lejano Este …” (World History, Vol. 2 pág. 445); y, “No se puede ignorar que el país que se sitúa casi en el centro geográfico del Lejano Oriente, Filipinas, es donde también está bien arraigado el Cristianismo” (Asia and the Philippines, pág. 169).
También, tal y como fue profetizado, la Iglesia del Lejano Oriente alcanzaría el Lejano Occidente. Esto acontecería cuando en el Oriente o en Filipinas la gente pueda ver las brillantes obras de Dios:
“… hasta en el lejano occidente los hombres temerán al Eterno, y en el oriente verán sus brillantes obras; porque su venganza se derrama como una corriente reprimida, llevada por un torbellino de viento.” (Isa. 59:19 Moffatt)
Cuando la misión de salvación de la Iglesia De Cristo se haya extendido por Filipinas, ésta alcanzaría el Lejano Occidente. Esta parte de la profecía se cumplió cuando el Hermano Eraño G. Manalo lideró por primera vez un servicio de adoración en Hawai el 27 de julio de 1968. Estos son los inicios oficiales de la Iglesia De Cristo en el Lejano Oeste. Según el 1976 World Almanac (pág. 88), Hawai y California son parte de la región de Estados Unidos llamada Lejano Oeste.