Los verdaderos seguidores de Cristo
Los verdaderos seguidores de Cristo
LAS DECISIONES DE MUCHA GENTE son moldeadas por sus deseos de supervivencia o beneficio. Hay quienes tienden a decantarse por seguir la presente moda o lo que se considera la norma de la sociedad. Se mueven por los dichos: “Hay seguridad en los grupos numerosos” y “Si no puedes contra ellos, únete a ellos.”
Tal tendencia de seguir la corriente es dirigida por la idea de que es ventajoso estar en el lado de la mayoría. Pero, cuando se refiere a las convicciones religiosas, ¿es sabio ponerse del lado de la mayoría porque aparenta ser ventajoso o conveniente?
Aprendiendo de las experiencias de los apóstoles, ¿qué debe estar preparado y dispuesto a sacrificar uno para seguir a nuestro Señor Jesucristo?
“Luego dijo Jesús a sus discípulos:—Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme.” (Mat. 16:24 nvi)
Cuando se refiere a sus obligaciones religiosas, los primeros siervos de Dios se negaron a sí mismos, probando que eran verdaderos seguidores o discípulos de Cristo. Hoy en día, mucha gente proclama haberse negado a sí mismo y ser seguidores de Cristo. Pero, ¿cómo debe negarse uno a sí mismo para demostrar que realmente es un verdadero seguidor de Cristo?
“Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo solo según lo que oigo, y mi juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad, sino cumplir la voluntad del que me envió.” (Juan 5:30 nvi)
Un verdadero seguidor de Cristo no busca su propia voluntad sino que la voluntad de Dios tal y como Cristo ejemplificó. ¿Qué más debe hacer uno para obedecer la voluntad de Dios? El Apóstol Pablo nos responde:
“Al contrario, hablamos como hombres a quienes Dios aprobó y les confió el evangelio: no tratamos de agradar a la gente, sino a Dios, que examina nuestro corazón.” (1 Tes. 2:4 nvi)
Este debe ser el objetivo de los que quieren seguir a Cristo¾agradar a Dios, no al hombre. Por lo tanto, uno debe seguir las palabras de Dios, aunque la mayoría no se conforme con esto.
“Ellos son del mundo; por eso hablan desde el punto de vista del mundo, y el mundo los escucha.” (1 Juan 4:5 nvi)
Los predicadores de las iglesias de este mundo hablan desde el punto de vista del mundo (predicando lo que la gente o la mayoría quiere escuchar. Esta es la característica de las falsas religiones) intentan convencer a muchos a unirse a ellos predicando lo que la gente quiere escuchar, no lo que Dios quiere que la gente escuche.
Por otro lado, ¿cómo describieron los apóstoles a los verdaderos seguidores de Cristo?
“Nosotros somos de Dios, y todo el que conoce a Dios nos escucha; pero el que no es de Dios no nos escucha. Así distinguimos entre el Espíritu de la verdad y el espíritu del engaño.” (1 Juan 4:6 nvi)
Ellos escuchan los mandamientos de Dios y no rehúsan obedecer Su voluntad. ¿Cuál es uno de los mandamientos de Dios que la mayoría rehúsa obedecer?
“Así dice el Señor: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por los senderos antiguos cuál es el buen camino, y andad por él; y hallaréis descanso para vuestras almas. Pero dijeron: «No andaremos en él.»” (Jer. 6:16 lbla)
Si uno quiere ser un verdadero seguidor de Cristo tiene que buscar cuál es el buen camino y andar por él. Pero, ¿cuál era la respuesta de la mayoría? “No andaremos en él.”
Esto solamente prueba que la mayoría de la gente en el presente desobedece a Dios. Hicieron varios caminos, en lugar de caminar por el buen camino por el cual Él les dirige andar.
Cristo mismo enseñó el camino por el cual uno debe caminar o la puerta por la cual uno debe entrar para que sea Su verdadero seguidor:
“Entonces Jesús les dijo de nuevo: En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas.” (Juan 10:7 lbla)
Nuestro Señor Jesucristo es la puerta de las ovejas, y los que entraron por Él se encuentran en un rebaño:
“Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo;…” (Juan 10:9 lbla)
¿Cuál es el redil o rebaño donde el hombre debe entrar para estar incluido entre los verdaderos seguidores de Cristo? Esta es la declaración de los apóstoles:
“Tengan cuidado de ustedes mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo les ha puesto como supervisores para apacentar la Iglesia de Cristo la cual Él compró con su propia sangre.” (Hch. 20:28 Traducción de la versión Lamsa)
Por lo tanto, el que quiera estar incluido entre los verdaderos seguidores de Cristo y estar seguros de la salvación en el Día del Juicio debe unirse a la Iglesia De Cristo.
Cristo mismo hizo el sacrificio más grande derramando Su sangre por la Iglesia. A cambio, una persona debe estar dispuesta a hacer sacrificios, si es necesario, con tal de ser miembro de la verdadera Iglesia De Cristo para poder obedecer la voluntad de Dios.
¿Es algo sorprendente que la mayoría de la gente rehúse entrar en la Iglesia De Cristo? El Redentor mismo testifica:
“Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran.” (Mat. 7:13–14 nvi)
Unirse a la verdadera religión o a la Iglesia De Cristo es similar a entrar por una puerta estrecha y camino difícil que lleva a la vida. Por el contrario, unirse a falsas religiones o iglesias es similar a entrar por la puerta ancha y camino fácil que lleva al infierno o al eterno castigo.
Los verdaderos seguidores de Cristo creen que vivir en este mundo no es permanente; su hogar permanente es el cielo. Esta es la razón por la cual son fuertes al enfrentarse a los problemas y pruebas para así mantenerse en su membresía en la Iglesia. Ellos están muy determinados a superar todos los obstáculos que puedan detenerles en obedecer la voluntad de Dios, porque hay una gran bendición que les espera. El Apóstol Pedro testifica:
“¡Demos gracias al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha dado nueva vida al resucitar a Cristo Jesús de la muerte. Esto nos llena de esperanza viva, y por ello miramos hacia adelante teniendo las ricas bendiciones que Dios reserva para su pueblo. Las reserva para ustedes en el cielo, las cuales no pueden deteriorarse o marchitarse ni desvanecer.” (1 Ped. 1:3–4 Traducción GNB).
La gran bendición que los verdaderos seguidores de Cristo recibirán es el derecho de morar en el cielo. Uno debe procurar pertenecer a la Iglesia De Cristo, ser verdaderos seguidores de Cristo, aunque sea muy difícil ser un cristiano hoy en día. No debe seguir lo que la mayoría hace si esto está en contra de la voluntad de Dios, en cambio debe seguir Sus palabras aunque esto implique sacrificios. Recuerden, solo los que permanecen siendo fieles seguidores de Cristo hasta el final tendrán el derecho de vivir en la Santa Ciudad.
