Es instinto humano ir a un lugar seguro lo más rápido posible cuando hay un peligro. En medio de los sufrimientos, las personas buscan refugio para sobrevivir. En el Día del Juicio, las personas no podrán evitar enfrentarse al mayor peligro para sus vidas. En aquel día, el Señor juzgará a la humanidad y los impíos serán destruidos por el fuego o serán arrojados al lago de fuego (2 Ped. 3:5–7 La Biblia De Las Américas; Apoc. 20:14 LBLA). Esta es la segunda muerte que es el pago completo por los pecados (Rom. 6:23 LBLA). La Biblia dice que todas las personas pecaron excepto Cristo (Rom. 5:12; 1 Ped. 2: 21–22 LBLA). Por lo tanto, todas las personas necesitan ser salvadas en el Día del Juicio.

En la era cristiana, el Señor Dios declaró Su amor y misericordia por la humanidad por medio de Su plan maestro de salvación: que las personas se conviertan en miembros de la Iglesia, que es el cuerpo de Cristo:

“Que se le dé gloria por los siglos de los siglos gracias a su plan maestro de salvación para la Iglesia a través de Jesucristo.” (Efe. 3:21 Living Bible*)

“Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo Él mismo el Salvador del cuerpo.” (Efe. 5:23 LBLA)

“Además, Cristo es la cabeza de la iglesia, que es su cuerpo.” (Col. 1:18 DHH)

La Iglesia que Cristo salvará es la que compró o redimió con Su preciosa sangre: la Iglesia De Cristo (Hechos 20:28 Lamsa*). La Iglesia De Cristo, por lo tanto, es el único lugar seguro de refugio en el día de la ira del Señor Dios porque es donde mora la salvación.

Por lo tanto, cuando una persona se convierte en miembro de la Iglesia De Cristo, debe permanecer firme en su vocación y elección, cumplir con todos sus deberes espirituales y salvaguardar su membresía en la Iglesia De Cristo.